Existo, luego pienso

Sep 23, 2022

El famoso filósofo y matemático René Descartes acuñó la frase: “ pienso, luego existo” en el siglo XVI. Ante esto, hemos de hacer una reflexión para poder comprender desde qué punto de la cosmología en el pensamiento humano, esta frase se sitúa como una máxima de la comprensión. El reconocernos como seres pensantes nos da la capacidad de comprender nuestro entorno y así aceptar que físicamente en un plano tridimensional existimos en la materia física.

La búsqueda de la verdad, como principio de la existencia se convierte en una pregunta retórica que el ser humano ha tratado de responderse vida tras vida para encontrar el verdadero sentido de la misma. Descartes genera una corriente de pensamiento en dónde afirma que dicha verdad solamente puede ser encontrada a través de la razón. En el mundo actual en dónde los valores primigenios de contacto con la espiritualidad y con las tradiciones de nuestros antepasados se consideran solo en un segundo plano, la razón impera como única vía de comprensión del mundo tangible que nos rodea. En este sentido, todo queda reducido al mundo mental a través del cual se acepta el mundo sensorial.

Descartes ofreció el salto de la superstición limitante basada en creencias impuestas a través de dogmas de fe, a la posibilidad de considerar el mundo exterior a través del razonamiento. Tempelton (2022): “La religión ha sido durante mucho tiempo una forma en que las personas encuentran significado y consuelo en sus vidas y en cómo uno se ve a sí mismo” (p.1). En su momento, esta forma de conciencia desde el mundo mental hizo posible que muchas personas tomaran control y poder sobre sí mismas a través de la comprensión lógico-mental de los hechos. No necesitaban un dogma preconcebido como una religión para aceptar una realidad palpable como comprensible al pensamiento. En esta dirección Tempelton (2022) aclara que: “Nuestros pensamientos y creencias informan nuestra realidad, incluyendo nuestra experiencia del mundo que incluye nuestros comportamientos y emociones” (p.17)

Actualmente deberíamos hacer una reflexión sobre la forma de dirigir y orientar nuestra vida ya que comprendemos nuestro cuerpo mental con el que trabajamos de una forma habitual diariamente. Las personas del siglo XXI han incorporado completamente la máxima de Descarteshastatalpunto dequesehanolvidadodeexistircomoconciencia,manteniendo su existencia únicamente desde el pensamiento. Hoy en día afortunadamente el mundo está cambiando. Me refiero a que la conciencia del ser humano está siendo modificada por la apertura de la visión interna. La humanidad está avanzando y caminando hacia la conexión con la toma de conciencia de su propia existencia y para ello la máxima de Descartes precisa ser invertida : “Existo, luego pienso”.

En estos momentos es absolutamente imprescindible aceptar que nuestro cuerpo mental tiene limitaciones ya que el mundo tangible que nos ofrece en comprensión de pensamiento queda supeditado a la experiencia colectiva. El pensamiento individual forma parte de una conciencia colectiva en dónde se engloba. Así, entendemos que cada cultura tiene su forma de concebir su realidad en función de su sistema de creencias englobadas en sus formas de pensamiento. Actualmente la humanidad está buscando la unificación de sus diferentes enclaves de pensamiento, para ello, hemos de recurrir a un sistema mucho más profundo que se sitúa en el reconocimiento de nosotros mismos como seres con capacidades extrasensoriales dirigidas al bien común.

La existencia es entendida por tanto como la conexión con nuestra propia alma la cual dictamina su transcurrir y sus experiencias (en la materia, en las emociones y en el pensamiento) en la vida que elige transitar. Todo está interconectado. Cada uno de nosotros existimos porque tenemos una relación directa o indirecta con el otro, así generamos y aceptamos los pactos de aprendizaje, evolución y compromiso con nosotros mismos y con los demás para poder generar una existencia con el supremo sentido del Ser. En definitiva, somos seres que encarnan un alma espiritual manifestándose en la densidad de la materia física para trascenderla y llegar a la comprensión en el disfrute de la propia manifestación de la energía vital.

Descartes, R. (2022). Discurso del método. Literatura pública (Ed.)

Templeton, M. H. (2022). I Think, Therefore I Am Not: Integrating (Doctoral dissertation, Georgetown University).

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